El IRPF, el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, es una de las piezas principales del sistema tributario español. Según este impuesto, que grava las rentas del ejercicio, los ciudadanos están obligados a presentar una declaración anual si superan un límite de ingresos determinado.
El Gobierno ha introducido algunos cambios en el impuesto que han entrado en vigor el pasado 1 de enero mediante la Ley de Presupuestos Generales del estado de 2023.
Rebaja del IRPF a quienes ganen hasta 21.000 euros
La reducción (bonificación) por rendimientos del trabajo se aplicaba hasta el año pasado a las rentas brutas de hasta 18.000 euros, pero, a partir del 1 de enero, aplicará a las rentas entre los 15.000 euros y los 21.000 euros, cifra que equivale al salario medio en España.
Una consecuencia de la ampliación de la reducción por rendimientos del trabajo es que el mínimo de tributación para un contribuyente soltero y sin hijos sube de 14.000 euros a 15.000 euros. Esto es relevante y garantiza, por ejemplo, que un trabajador que hoy gana el SMI, fijado en 14.000 euros, no tributará por IRPF cuando el Gobierno aumente el Salario Mínimo Interprofesional para 2023. Otra consecuencia de esta ampliación es que un trabajador que hoy gana 14.500 euros y tributa por IRPF dejará de pagar el impuesto.
En el caso de un asalariado con dos hijos que presenta la declaración conjunta, el mínimo de tributación aumenta de 18.000 euros a 19.000 euros por el incremento de la reducción de los rendimientos del trabajo.
Reducción en la tributación para autónomos
En cuanto a los autónomos, se beneficiarán de una reducción de un 5% adicional en los rendimientos netos en la tributación por módulos y, en la estimación directa simplificada, de una deducción adicional de dos puntos hasta el 7% en gastos de difícil justificación.
Eso sí, a cambio también van a ver cómo su cuota de autónomo varía con la aplicación del nuevo sistema de cuotas en función de los ingresos reales.
Además, se prorrogan un año más los límites vigentes de exclusión del sistema de módulos, por lo que más contribuyentes podrán seguir tributando a través de este sistema.
Por otra parte, se reduce del 25% al 23% el gravamen de las pymes y se aumenta la tributación del IRPF a las rentas del capital superiores a 200.000 y 300.000 euros. También aumenta la tributación para las grandes empresas al limitar al 50% las pérdidas de las filiales que pueden deducirse en 2023 los grupos consolidados.
Saray Martínez Ruiz.
Técnica en area laboral.
s.martinez@asesoriaperlado.com
