Hay tres tipos de excedencia laboral: excedencia voluntaria, forzosa y pactada. Conoce en qué casos un trabajador se puede acoger a cada una.
Se trata de una herramienta muy particular pues, aunque el empleado deja de trabajar, el vínculo laboral entre las partes se mantiene. En cualquier caso, para que el funcionamiento de la organización no se vea afectado, empleado y empresa deberán tener en cuenta algunos requisitos y consideraciones.
Tipos de excedencia laboral
Excedencia laboral voluntaria
Según el Estatuto de los Trabajadores: «todo trabajador con al menos un año de antigüedad tiene derecho a pedir una excedencia voluntaria por un plazo no inferior a cuatro meses y no superior a cinco años. El trabajador solo podrá ejercer este derecho de nuevo pasados cuatro años desde el final de su última excedencia».
En cualquier caso, la excedencia laboral voluntaria está relacionada con causas familiares e intereses personales como:
Cuidado de hijos
La excedencia voluntaria procede cuando se trata del cuidado de hijos en caso de nacimiento, adopción o acogimiento de un menor. Esta excedencia laboral tendrá una duración máxima de tres años.
Para concederla se consideran aspectos como la antigüedad, las cotizaciones, etc. Durante el primer año, la reintegración deberá producirse en el mismo puesto; si es posterior, se realizará en uno equivalente.
Cuidado de la familia
Esta excedencia laboral puede pedirse para cuidar a familiares en caso de incapacidad o enfermedad grave hasta segundo grado. Su duración máxima es de dos años y también se tienen en cuenta aspectos como la antigüedad. El puesto de trabajo se reserva durante el primer año; después, en un puesto similar.
Excedencia laboral forzosa
Esta excedencia laboral está asociada con un único caso: el ejercicio de cargos públicos. Se concede para ejercer funciones sindicales de ámbito provincial o superior, o ser nombrado o elegido para un cargo público que le imposibilite de sus labores. La duración de la excedencia laboral dependerá del tiempo en el ejercicio del cargo. En esta excedencia laboral se conserva el puesto de trabajo y computa a efectos de antigüedad.
La solicitud de excedencia laboral
Lo primero que debe tener en cuenta el empleado al momento de solicitar la excedencia es de qué tipo es y qué aspectos involucra en el acuerdo laboral. La solicitud de excedencia laboral debe llevarse a cabo con al menos un mes de antelación.
Por otra parte, en el caso de la excedencia por cuidado de familiares y demás, el empleado deberá aportar la documentación pertinente que acredite su situación.
La solicitud de excedencia laboral suele realizarse por escrito. En el documento deben expresarse la fecha en la que va a abandonar el puesto y la de reincorporación. El empleado no podrá dejar su puesto de trabajo hasta que se confirme la concesión.
¿Puede la empresa denegar una excedencia laboral?
La excedencia laboral voluntaria no es unilateral. No basta con solo solicitarla ya que la empresa deberá estudiar el caso y autorizarla.
Eso sí, si en la revisión se cumplen los requisitos, la autorización es obligatoria. En caso de ser denegada, aunque la petición cumpla con los requisitos necesarios, la persona podrá demandar a la entidad hasta que se resuelva el caso. El empleado no podrá dejar de trabajar durante el proceso.
En caso de ser aprobada, el trabajador deberá tener en cuenta que la excedencia voluntaria no garantiza que podrá reintegrarse a su puesto de trabajo, sino que le otorga un derecho preferente cuando quiera regresar en caso de haber una vacante igual o similar a su categoría profesional dentro de la empresa.
La excedencia laboral forzada depende de un acuerdo preestablecido, además de las condiciones que habilitan a cada una. Concedida la excedencia laboral, la relación de trabajo continúa, aunque el empleado no ejerza sus labores. Pese a ello, deberán ser liquidadas las vacaciones no disfrutadas y las pagas extras.
Después de la excedencia laboral
La reincorporación tras la excedencia laboral debe ser anunciada previamente y no tiene por qué producirse en el mismo puesto de trabajo, ya que legalmente se considera que la reincorporación puede ser dentro de un puesto similar, según el artículo 39 del Estatuto de los Trabajadores.
Es común que la empresa no ofrezca una vacante al momento de la reincorporación, ya que no suele haber disponibilidad. En ese caso, el reingreso se extenderá hasta que se produzca alguna vacante. Si este proceso se alarga durante años, será necesario que el empleado presente la solicitud de reingreso cada año.
La empresa deberá dar prueba de que no hay un puesto vacante al momento de la solicitud de reincorporación.
Si hay una vacante y no se tiene en cuenta al empleado, este podrá tomar medidas legales para solicitar su reingreso.
Eso provocaría distintas consecuencias relacionadas con el pago de indemnizaciones por despido y con las liquidaciones que faltan por pagar.
Saray Martínez Ruiz.
Técnica en area laboral.
s.martinez@asesoriaperlado.com
